viernes, 9 de diciembre de 2016

DECÁLOGO de la
GESTIÓN DIRECTIVA


1.- Mirada en el ideario. Visión institucional es una mirada a largo plazo necesaria.

2.- Construcción de un PEI compartido en el diagnóstico, la elaboración y la puesta en ejecución.

3.- Armar equipos de trabajo. Que nadie se sienta solo y que la mirada sea compartida.

4.- Camina la escuela al menos dos veces al día.

5.- Que la gente se sienta importante, querida y respetada en el trabajo que realiza.

6.- Ejercita un narcicismo saludable y una actitud paranoica saludable.

7.-  Modelo educativo basado en lo preventivo, el dialogo y el respeto por el otro.

8.- El lugar del saber no es depositario de quien tiene más autoridad.

9.- Busca un espacio para compartir la Palabra de Dios.

10.- Un  curriculum pensado en clave pastoral y abierto al servicio comunitario.




1.- Mirada en el ideario. Visión institucional es una mirada a largo plazo necesaria: el ideario institucional siempre será el punto de anclaje necesario para construir la comunidad educativa. Te da seguridad y te encuadra institucionalmente. Es la expresión más fiel del carisma congregacional con una mirada específicamente educativa. Léelo cada tanto. Comparte su lectura con tus compañeros de camino. Hazlo conocer a los demás. La visión institucional será el ideario especificado para un mediano- largo plazo. Es la posibilidad de conjugar la realidad institucional y el ideario en una sola mirada focalizada. Cada vez que plantees un proyecto, una actividad, una decisión importante, un cambio de rumbo… vuelve tu mirada a la visión institucional y comprueba la fidelidad de estas decisiones a la misma. Esto te dará la seguridad que caminas en un proyecto institucional más amplio que tu propia mirada, tu propia opinión o tu propia capacidad de tomar decisiones. 

2.- Construcción de un PEI compartido en el diagnóstico, la elaboración y la puesta en ejecución: El proyecto educativo institucional (PEI) será la expresión a corto y mediano plazo del ideario encarnado en nuestra institución educativa. Más allá de los componentes necesarios propios del PEI, deseo expresarte lo siguiente: abrí la mirada para que todos puedan participar de la misma. Realizar el diagnóstico compartido, involucrar a las personas y comprometerlas luego en la elaboración del mismo. Las personas comprometidas en la elaboración estarán luego comprometidas en la ejecución. Caso contrario son papeles impresos (muy bonitos estéticamente)  pero alejados de la marcha cotidiana escolar. Se transforman en “burocracia relajadora”, porque nos deja contentos que los papeles estén presentes, aunque  nunca nos acerquemos  a ellos. 

3.- Armar equipos de trabajo. Que nadie se sienta solo y que la mirada sea compartida: Nadie debe sentir la soledad en el trabajo. La soledad no es buena compañera: o nos hace imprescindibles o nos hace insignificantes. El equipo de trabajo ayuda a delegar funciones, complementar fortalezas, potenciar miradas y, sobre todo, a minimizar debilidades cuando podemos complementarnos con los otros. El equipo de trabajo abre al “proyecto institucional” y cierra al “proyecto personal”, da tranquilidad en el trabajo y seguridad en las decisiones. Templa el carácter y acompaña los tiempos institucionales.
4.- Camina la escuela al menos dos veces al día: no pierdas la oportunidad de recorrer la escuela al menos dos veces al día. Administrativamente es muy útil. Descubres roturas, movimientos de mobiliario, etc… y es importante que eso lo detectes al instante; pero sobre todo es muy útil desde el liderazgo: la gente te ve cercano, puede conversar con vos temas importantes y temas cotidianos, te ve reír y te ve enojar, te saca del imaginario del directivo en la oficina tras el escritorio. Te hace uno más del camino…pero líder.

5.- Que la gente se sienta importante, querida y respetada en el trabajo que realiza: escucha a cada uno en sus necesidades, dedica el tiempo a eso. Para vos puede ser un mero trámite, pero para la persona que está necesitando un apoyo tu palabra, tu gesto, tu abrazo, lo marcará fuertemente y eso no lo olvidará jamás. No ahorres gestos. Un regalo, una tarjeta por el cumpleaños, un brindis por algún logro alcanzado, un mensaje a tiempo;  son importantes para que la persona se sienta reconocida y valorada en su esfuerzo y su trabajo.

6.- Ejercita un narcicismo saludable y una actitud paranoica saludable: En esto me permito citar a Otto Kemberg: un narcisismo saludable protege al líder de la dependencia exagerada de la aprobación de los otros y fortalece su capacidad para el funcionamiento autónomo; una actitud paranoide saludable le alerta de los peligros y lo protege de la ingenuidad”. Clarito… ¿no?

7.-  Modelo educativo basado en lo preventivo, el dialogo y el respeto por el otro: la presencia educativa – no vigilante pero si presente – es importante para anticipar los conflictos (tanto entre alumnos como entre docentes). La presencia de la autoridad puede ser o no ser física,  pero es necesario que sea percibida como tal. Esto te hace estar al tanto de todo lo que sucede en la institución y evitar complicaciones posteriores. Si el conflicto aparece no hay que negarlo ni minusvalorarlo. Enfrenta al  conflicto y ponlo sobre la mesa, invita a otros a verlo en conjunto, descubre sus causas y escucha sugerencias de solución. En este camino compartido el eje central será el respeto por el otro. La sanción – si fuera necesaria- será una consecuencia de todo el proceso y no un “ejemplificador necesario”. Esto te fortalecerá en tu ejercicio de la autoridad.

8.- El lugar del saber no es depositario de quien tiene más autoridad: si vienes  leyendo con atención lo compartido, entenderás que este punto es consecuencia de todo lo expresado. La verdad es verdad en sí misma y todos somos buscadores de la misma. En los proyectos, en los conflictos, en las opciones escolares, etc. El cargo no viene acompañado de mayor “cantidad de verdad infusa”. No debemos creer que somos los últimos responsables de tener la palabra final siempre. El proyecto educativo es comunitario, por ende los procesos de discernimiento también lo son. Fortalece los procesos comunitarios de discernimiento. Se claro y astuto en qué momento corresponden y con quiénes presente;  pero debes  ejercer tu autoridad separada del “manto de la verdad”, eres el líder de la comunidad educativa y, por lo tanto, el primer buscador de la verdad.

9.- Busca un espacio para compartir la Palabra de Dios: en las reuniones de directivos, en las jornadas docentes, en los encuentros con los alumnos, siempre deja un espacio para la lectura de la Palabra de Dios. Esto permite ir forjando criterios evangélicos en el personal docente y los alumnos y, sobre todo, percibir certeramente que nuestra vida gira en torno a la Palabra de Dios.

10.- Un  curriculum pensado en clave pastoral y abierto al servicio comunitario: por último, deberás trabajar el curiculum con sus correspondientes actualizaciones y puestas al día. Dos criterios que serán la matriz por la cual pasar todas las actualizaciones y cambios necesarios: siempre debe estar pensado en clave pastoral proponiendo una mirada crítica de la cultura y evangelizar-educando y educar-evangelizando; y por otro lado debe estar abierto al servicio comunitario en expresiones concretas de aprendizaje que se vuelquen a la mirada del otro como prójimo de camino. Entenderás que tu PCI es carismáticamente correcto si promueve procesos de evangelización y se hace concreto en proyectos de servicio al otro. 

Por último, no olvides a Jesús en el Camino de Emaús: caminó junto a los peregrinos, los escuchó atentamente, les habló de Dios, compartió con ellos el Pan y  luego los dejó seguir su camino. Que este sea tu programa de acompañamiento y gestión de la gente que está a tu cargo: el modelo de Jesús en Emaús.